Codornices
a la chita callando
Limpias y ligadas sus patas y alones, se sazonan
y engrasan con manteca de cerdo en su interior, agregando una hoja de laurel.
Se saltean y doran en manteca, también
de cerdo, y se mete cada codorniz dentro
de un pimiento colorado, gordo y limpio.
Se da una vuelta en manteca a los pimientos
así preparados, y rociándolos de continuo con un poco de
caldo y con vino de Jerez, se asan al horno a fuego vivo en un cuarto de
hora.
Angel
Muro
El
Practicón
Tratado
completo de cocina al alcance de todos y aprovechamiento de sobras.
Madrid,1893