Rabos de cerdo con polenta
Este es un plato de mi propia invención aunque
mi antiguo amigo Massimo Cippolini declare que lo he robado de su cocina.
Tomad los rabos de veinte cerdos, limpiadlos y quitadles
los huesos de tal manera que la piel exterior no resulte dañada
indebidamente y que queden cámaras huecas a lo largo del rabo. Ahora
llenad estas cámaras
sin que sea de gran importancia con qué lo hagáis: una anchoa,
un poco de carne de cerdo magra, lo que tengáis a vuestro alcance.
Después disponed estos rabos dentro de un puchero y cubridlos con
agua fría blanda a la que habréis añadido algunas
cebollas con semillas de clavel: mas machacad primero esas semillas. Hervidlo
lentamente durante una hora, luego sacad los rabos de cerdo secadlos bien
y pasadlos por vuestro exprimidor. Dejadlos con objeto de que se revivifiquen
hasta cerca de dos horas y después envolved los uno a uno en polenta
finamente amasada y colocadlos sobre una rejilla de horno durante media
hora, o bien hasta que la polenta se torne de color marrón y crujiente.
Estos rabos son muy apreciados por los niños de la familia de mi
padre y yo siempre los hacía con ocasión de mis visitas
Notas
de cocina de Leonardo da Vinci
Compilación
y edición de Shelag y Jonathan Routh
Madrid,Ediciones
Temas de Hoy,1993.
Coleccion
Bolsitemas