Cuatrocientos gramos de bacalao.
Cien gramos de pan remojado.
Tres huevos.
Piñones.
Ajos.
Perejil
Una cebolla.
Un tomate maduro.
Un cuarto de kilo de aletría.
Un par de patatas troceadas
Sal
Pimienta.
Se pone el bacalao en remojo la noche anterior; a la mañana siguiente se deja a escurrir, se limpia y se desmenuza. Se pone el pan en remojo, se escurre bien, y se mezcla con el bacalao, los huevos, piñones, perejil y ajo muy picaditos, un poquito de pimienta y sal. Se amasa todo bien, y se hacen las albóndigas, un poquito alargadas, y se sofríen. Se corta la cebolla y el tomate, menudo, y se fríen con unas rodajitas de ajos. Este frito se pone en una cacerola con agua, y se deja hasta que rompa a hervir. En ese momento, se echan las albóndigas, la aletría, y los cortes de patata. Y también, unos pelitos de azafrán para dar color. Se dejan cocer y... ya lo tienen listo.
María Adela Díaz Párraga.
Recetario de la cocina murciana. Murcia,
Editora Regional, 1993. Quinta edición