Sopa de rana 

Pelad tres ranas (pues la piel de la rana entorpece la digestión), luego destripadla (pues las tripas de la rana ocultan multitud de venenos), entonces haced rodar sus cuerpos sobre miel y sumergidlos con una zanahoria y una flor de comino en un cuenco de estofado hirviente durante una hora. Escurridlo en vuestro colador y obtendréis una zanahoria de sabor excepcional. (Gregorio Summus prefiere que la zanahoria haya sido cocida junto a unos dieciséis caracoles de la Romaña, mientras que Galeazzo Sanseverino nunca comerá una rana que hayan tocado o mordido los caracoles. También recomienda que las pieles de las patas de las ranas se quiten en la víspera del día que se pre paren y que de esta forma deben dejarse nadando en leche y agua toda la noche.)

Notas de cocina de Leonardo da Vinci
Compilación y edición de Shelag y Jonathan Routh
Madrid,Ediciones Temas de Hoy,1993.
Coleccion Bolsitemas