Salsa de tomate
Dentro de una cacerola puesta sobre el fuego con manteca de cerdo, se rehogan algunas cortezas de tocino, trozos de cebollas, zanahorias, hierbas secas aromáticas, pimienta en grano y algún ajo; cuando quede todo bien rehogado, se le echa una cantidad abundante de tomates del tiempo (o en conserva) y sal, y se moja con una cantidad regular de caldo; déjese cocer durante hora y cuarto y luego se pasa por un tamiz; volverla al fuego y hágase reducir, espumándola y echándole un polvito de azúcar, la sal suficiente y manteca de vaca.

Salsa Castor

Preparar una buena salsa media glasa, montarla con manteca fina, añadiéndole una cantidad regular de Woscestershire (salsa inglesa que se vende en frascos) y unas tiritas finas de lengua y jamón. Momentos antes de emplearse esta salsa, se añade una yema de huevo duro pasado por tamiz y perifollo picado.
Salsa Curry
Se prepara una buena salsa Holandesa agregándole perejil y perifollo muy picados, y al momento de servir esta salsa se le añade media cucharada de pimienta (Curry Powder), se bate bien todo con unas varillas (batidor), y ya puede servirse, procurando que esté bien sazonada. Cuando haya de emplearse la pimienta Curry para platos ya confeccionados de arroz, etc., etc., se emplea echándola sencillamente en polvo dentro del guiso a que se destine.
Salsa Novarre
En una cacerola pequeña se ponen iguales cantidades de puré de tomate y excelente jugo, hierbas, aromáticas y un poco de ajo. Hacerla reducir un poco, pasarla por la estameña, ponerla en un lado del fuego y se le incorpora un buen trozo de manteca de vaca.

Salsa Rober

Picar una cebollita y pepinillos, rehogarlo todo con manteca de vaca, luego echarle un vaso de vino tinto y vinagre, reducirlo y añadir un poco de salsa de tomate y de salsa Española substanciosa, perejil picado, zumo de limón, sal y pimienta.

Salsa de trufas

Se corta media docena de trufas en rodajas finas, y se pone al fuego en una cacerola con un vaso de vino de Jerez o vino de Oporto, hasta que se consuma más de la mitad del líquido. Añádase doble decilitro de buena salsa Española, y se deja cocer todo junto un poco de tiempo a fuego lento. Se desengrasa y se sirve.
Salsa Marigny
Hacer una reducción con vino blanco, hierbas aromáticas y mondaduras de champiñón; mójese con media glasa y salsa de tomate; cocer la salsa durante diez minutos en un ángulo del fuego; se pasa, y reducirla a punto.
Se le incorpora una guarnición de aceitunas rellenas y pequeñas cabezas de champiñón, y ponerla en el bañomaría.

Salsa a la Reforma

Es una excelente Salsa Española con reducción de vinagre. Le sirve de guarnición unas tiritas finas de pepinillos, trufas, lengua a la escarlata, clara de huevo duro, zanahoria cocida, un poco de Cayena y manteca.

Salsa Bretona

Mitad de Salsa Española y mitad de salsa de tomate; hecha reducir mezcladas, y se le adiciona una reducción de vino blanco, un poco de aroma de ajo, cebolla y finas hierbas picadas.

Salsa Paprika

Es un velouté de ave sazonado fuertemente con pimienta rusa paprika.

Salsa Ivoire

Es una salsa casi blanca, por estar compuesta de velouté de ave, glasa de carne y nata.

Salsa Divina

Es la salsa Holandesa, que se le adiciona una buena cantidad de nata fresca montada.

Salsa Regencia

Es una salsa media glasa con esencia de trufas y de ave, de champiñón y de fino champán, en poca cantidad.

Salsa Chateaubriand

Reducción de vino blanco con chalotas picadas, fragmento de tomillo y laurel y mondaduras de champiñón; incorporar jugo de ternera, reducirlo a la mitad, y pásase por la estameña. Se monta con manteca a la Mayordoma, con un poco de estragón picado.

Ignacio Doménech
La Nueva Cocina Elegante Española
Madrid, Imprenta helénica, 1915