Balneario de Archena. Vista panorámica del Parque
(Fototipia Thomas-Barcelona) Ap.1918

Romance

 Moro alcaide, moro alcaide,
el de la vellida barba,
el rey te manda prender
por la pérdida de Alhama;
y cortarte la cabeza
y ponerla en el Alhambra
porque a ti sea castigo
y otros tiemblen en mirarla;
pues perdiste la tenencia
de una ciudad tan preciada.
El alcaide respondía
desta manera les habla:
"Caballeros y hombres buenos,
los que regís a Granada,
decid de mi parte al Rey
cómo no le debo nada.
Yo me estaba en Antequera
en Bodas de una mi hermana;
mal fuego queme las Bodas
y a quien estas me llevara;
el Rey me dio la licencia
que yo no me la tomara;
pedíla por quince días,
diómela por tres semanas.
De haberse Alhama perdido
a mí me pesa en el alma;
que si el rey perdió su tierra,
yo perdí mi honra y fama:
Perdí una hija doncella
que era la flor de Granada;
al que la tiene cautiva
marqués de Cádiz se llama.
Cien doblas le doy por ella,
no me las estima en nada;
la respuesta que me ha dado
es que mi hija es cristiana,
y por nombre le han puesto
Doña María de Alhama;
el nombre que ella tenía
mora, Fátima se llama."
Diciendo esto el alcaide
lo llevaron a Granada,
y siendo puesto ante el Rey,
la sentencia le fue dada,
que le corten la cabeza
y la lleven a la Alhambra;
ejecutó la sentencia
así como el Rey lo manda.

Ginés Pérez de Hita